martes, 11 de diciembre de 2007

CUENTO PARA GANAR CONCURSO

Verán, me inscribí a concurso de la UNAM llamada "Letras Muertas" y era de un cuento sobre la muerte, y he aquí el resultado:
EL PUEBLO MALDITO -¡No, por favor, no! Aquel grito de mujer se escuchó en toda la calle aunque pudo haber sido en toda la colonia. Era la medianoche en el pueblo. -¡Nooooo!- Aquel grito fue el último que dio dicha mujer. En la noche siguiente, fue el funeral. Mientras servían el café de olla entre los conocidos de la mujer sin vida, dos militares hablaban entre ellos. -Esto es grave, es el quinto en esta semana y es viernes. -Si, y como la policía no puede con esta ola de asesinatos nos han llamado a nosotros. -Pero, para los superiores del ejército estatal, esto es solo un caso de asesinato por un hombre. -Pero eso es mentira, ¿Acaso un humano puede dejar en tan deplorables condiciones a un ser vivo? -La autopsia reveló una tremenda mordida infringida en el estómago y en la espalda Es como si un monstruo hubiera mordido su estómago en su totalidad. -Si, el ancho de la mordida debería haber sido de 30 centímetros. ¿Puedes creerlo? -Yo lo que sé es que, a pesar que me contrataron para matarlo, no quisiera encontrarlo de frente. -También casi no encontraron sangre en su cuerpo. -Esto me asusta verdaderamente. Tres días después en la noche, se escuchó otro grito, el cual pudo haber sido escuchado por todo el pueblo. Era el grito de una anciana, que a pesar de su condición, gritó atemorizada con una gran fuerza mientras se encontró con aquello que mataba y succionaba la sangre de las personas. Por suerte, uno de los militares antes mencionado le disparó con su rifle a aquello que mataba y succionaba la sangre de la gente y aunque el disparo no le provocó daño alguno, aquello huyó emitiendo un feroz rugido. Aquella mujer de la tercera edad fue trasladada a su casa y un médico le atendió y aunque la atención fue inmediata solo le quedaba una hora de vida a la anciana, puesto que tenía una infección poco conocida hasta para el doctor, él cual había estudiado en la mejor universidad de la capital. Quedándole una hora de vida, mandó llamar a su nieto, un hombre de unos 28 años cuyos ojos irradiaban tranquilidad y cuya sonrisa aparentemente era sincera. El nieto llegó y encontró a la abuela recostada en la cama de su habitación. -Abuela yo…-intentó decirle el nieto. -Te pido que comuniques la verdad. -No entiendo a que te refieres. -La gente debe salvarse y tu lo sabes. Cuenta la historia. -Pero, ¿A quienes? -A los medios, es necesario que sepan que este pueblo está maldito y porque. Así la gente sabrá que debe abandonar este pueblo y nunca volver. -Pero…- intentó decir el nieto. -Promételo- le gritó la abuela con uno de sus últimos esfuerzos-. -Lo prometo. -Bien, te extrañaré- en aquel momento, la anciana cerró los ojos y nunca volvió a abrirlos. El nieto acarició el vientre de la abuela, el lugar donde aquello la había mordido, le había infectado y le había dejado agonizando. La reunión con la prensa fue en la casa de la abuela, en total acudieron 6 periodistas del estado, puesto que los periodistas de la capital habían hecho caso omiso del mensaje. El nieto los recibió en la sala acomodándolos en sillas de madera. Y al poco rato dijo: -Señores, últimamente en el pueblo ha habido una ola de asesinatos y voy a contarles la causa… -Señor- dijo un periodista interrumpiendo- ¿Podría brindarnos su nombre? -Prometo brindárselos al final de la entrevista. Soy nieto de Aura, la anciana que murió el otro día. Sin más interrupciones comenzaré a contar la historia, que es la razón por la cual este pueblo esta maldito y nadie debe habitarlo. Todo empezó con un hombre llamado Uriel. Uriel era una persona común y corriente, o al menos lo aparentaba bastante bien. Un día, un libro de magia negra cayó a sus manos, lo cual fue un error. Uriel leyó en el libro que había una forma de transformarse en un monstruo, un monstruo maldito, poseído tal vez por el diablo, o tal vez por la muerte, indomable, con sed de destrucción. Uriel pensó que… -Disculpe, ¿Ha dicho Uriel?- preguntó de nuevo él mismo periodista. -Si, así es- dijo el nieto. -Es el nombre de un ángel, ¿No? El nieto se limitó a asentir con la cabeza. -Si no hay más interrupciones -dijo finalmente el nieto- continuaré con mi historia. En el pueblo existe un bar, un bar maldito en el cual han ocurrido muchos percances. Todo empezó cuando el dueño del bar se ahorcó, luego, una mesera se quedó ciega en una riña entre borrachos cuando una botella fue a estrellarse contra su rostro rompiéndose la botella y dejándola ciega para siempre. Todo esto pasó en tres días, y también se han muerto tres personas por infartos. Pero no solo eso, también cuando se construía el bar, un albañil murió cayéndole un ladrillo en la cabeza. En verdad ese bar está maldito. -¿Se refiere a que esta encantado?- volvió a preguntar el mismo periodista. -Se puede decir que si, aunque yo usaría el término “maldito”. Como iba diciendo, Uriel entró a ese bar y con solo tomar dos cervezas le asalto la idea de querer ser un monstruo indomable, y llegó al cuarto de su casa, y en su cuarto comenzó el ritual. Realizar el ritual no fue difícil, pero el elemento principal era un alma, el alma humana de aquél que quería volverse un monstruo indomable. Esa alma tenía que ser vendida al mismo demonio o a la misma muerte. Una vez realizado el ritual no había marcha atrás. Pero la condición que la muerte o el mismo demonio le impusieron fue que cada noche que quisiera transformarse en monstruo, Uriel tenía que tomar sangre humana, y también para volver a su forma humana tenía que tomar sangre humana, pero la sangre tenía que ser tomada directamente de un ser humano y haber sido infectada. Quise decir que Uriel tenía que infringirle una herida con los dientes y tomar la sangre caliente de dicho ser humano. Esos eran los requisitos y Uriel cometió el error de cumplirlos. Y así fue como empezó a morirse la gente del pueblo. En una semana en promedio morían cuatro personas por ese mismo monstruo. -¿Que forma tiene el monstruo?- preguntó de nuevo el mismo periodista- perdone por interrumpirlo. -Se dice que es alto y su cuerpo es oscuro. Es lo único que se sabe. Tiempo después, una mujer de nombre Cruz hizo un llamado al pueblo en pleno atrio de la Iglesia del pueblo con el objetivo de asesinar a aquel ser y la gente se armó con escopetas, machetes y antorchas. Dicha aglomeración vigiló el pueblo toda la noche. Pero a eso de las tres de la madrugada, Cruz caminó por una calle junto con tres hombres fornidos, y el monstruo atacó a los 4 dejándolos sin vida. En los 4 cadáveres, la autopsia reveló que aparte de la extraña mordida no habían encontrado alguna gota de sangre en sus cuerpos. Ahora el monstruo mataba por placer, y había logrado separarse de aquella parte humana llamada Uriel. -¿Y todo esto como lo sabe?- preguntó el periodista que desde el inicio había estado interrumpiendo al nieto de la señora Aura. -¿Acaso no se lo imagina?…Oh, - dijo el nieto- esto no puede suceder ahora- dijo mientras ambas manos fueron directo a su nuca y se hincaba- Huyan, rápido- en ese momento, sus manos comenzaron a volverse negras y a crecer. -Esto no puede ser. Dijo un periodista e imaginándose lo peor, corrió a la salida de la casa, otros periodistas hicieron lo mismo. Por desgracia, el periodista que interrumpía a Uriel mientras contaba su historia y otro periodista no reaccionaron a tiempo y Uriel los asesinó. Esa noche, la gente del pueblo se armó con rifles y entraron a la casa donde momentos antes había sido efectuada la entrevista y no encontraron rastros de Uriel. Pero esa noche encontraron el cadáver de una niña de seis años muerta sin alguna gota de sangre en las afueras del pueblo. Al día siguiente, la noticia apareció como el encabezado de los periódicos del Estado. La gente del pueblo empezó a emigrar del pueblo ya fuese hacia la capital o hacia el norte. Y aunque el ejército estatal envió más soldados a dicho pueblo, muy pocos soldados han regresado con vida a las pocas semanas de estar en dicho pueblo. A pesar de los hechos, los funcionarios de la capital no ha tomado cartas en el asunto y el pueblo en la actualidad ha quedado desierto. El problema es que en las noches, la luz de las casas se ilumina aparentando ser un pueblo con vida y no falta algún turista ingenuo que pone un pie en el pueblo sin saber que una vez pisado el Pueblo, su destino se encuentra marcado con la muerte.
Espero que me deseen suerte.

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