jueves, 12 de marzo de 2020

Realizando mini-retos de escritura de Lorena Amkie 4/30.Reto 4 Dios va a terapia


Hice el presente trabajo pensando en que Dios iba a terapia con un psicólogo de nombre Misael.

Esa tarde, después del trabajo tenía pensado ir al Cine a ver “parásitos”, pero terminé de atender a mi último paciente de esa tarde –quien era un hombre que tenía un problema de adicción a diferentes drogas y al alcohol- cuando recibí  la inspiración de quedarme en mi consultorio de la nada como si fuera a esperar a alguien pero yo no supiera quien era.

Mientras estaba sirviendo las 2 tazas del café, escuché el timbre. Terminé de servirlas y fui a abrir.
Resulta que el que tocaba era un hombre mayor, vestía un traje gris con camisa blanca y una corbata azul, usaba lentes y tenía el cabello corto.
-Buenas tardes, vengo a consulta con usted.
-Claro con gusto- moví mi boca como si ella actuara por cuenta propia.

Fuimos a sentarnos y le ofrecí el café quien lo empezó a tomar lentamente y de buen modo.
-¿Cuál es nombre?-pregunté.
-Me llaman de diferentes maneras según la gente que cree conocerme.
Me quede muy extrañado, pero decidí continuar.
-¿Usted tiene familia?.
-Sí, toda la gente que usted ve son mis hijos.
-Bueno- continué estupefacto- dígame, ¿tiene usted algún problema con alguien?
-Sí, con mis hijos.
-Ya veo, ¿cuál es el motivo para que venga a verme a mi, a un terapeuta?- le dio un sorbo a su taza de café y decidió continuar
-Me sorprende para algunos soy el causante de todo y para otros soy el que ignora todo lo que pasa. También me sorprende que mis hijos digan que yo voy a venir a destruirlos cuando resulta que primero yo fui el que los creó. También me causa desconcierto que mis hijos me pidan ayuda cuando necesiten algo solamente…
-No quiero interrumpirle, pero ¿Por qué sus hijos le piden ayuda?, ¿acaso ellos no son capaces de solucionar sus propios problemas?.
-Así es, me piden ayuda cuando hay cosas que ellos pueden resolver por sí mismos. También me sorprende que no me agradezcan después de que los ayude…
-¿para usted es importante que le agradezcan lo que hace?
-Pues si, puesto que se olvidan que yo soy el creador.
-Ya veo, ¿Y eso cómo le hace sentir?
-Me hace sentir como sí los ayudara para nada. En realidad solo pido que se acuerden de mí.
-¿Y usted no ha pensado en persona reclamarles?, ya lo dice el refrán, “El que no habla Dios no lo oye”.
-¡Que completa ironía! Mira, no me gusta afectar su libre albedrío de mis hijos, solo me gustaría que me agradecieran más lo que hago por ellos.
-¿Y no le gustaría que alguien hablará por usted?
-Al último que hablo completamente en mi nombre hace más de 2000 años no le fue muy bien, de hecho le hicieron mucho daño.
-¿Y usted no considera encontrar otra solución?.

Le dio el último sorbo a su café.
-Solo que lo volviera a intentar y encontrará otra persona que hablará en mi nombre. ¿Usted quisiera hablar en mi nombre?.

En ese momento, sentí una paz en mi cuerpo, también me sentí muy lleno de energía, como si estuviera pasando por un trance…estuve tentado a decir que si, pero recordé los principios de la atención individualizada.
-Lo siento, pero no puedo inmiscuirme en problemáticas de mi paciente- de golpe, dejé de sentir esa energía y el trance se fue por completo.
-Bueno- dijo el señor, será mejor que me vaya, le agradezco la atención y el café.

El señor se levantó y salió de mi consultorio. Comencé a levantar las tazas y me percaté que justo donde el señor se había sentado, había un hongo que mi paciente anterior -adicto a ellos- dejó olvidado, pero me asusté cuando me percaté que el hongo tenía un mordisco. En eso recordé que había mordido ese hongo después que él paciente se fue…

No hay comentarios: