Una vez que había terminado de barrer la entrada a la tienda (tras utilizar la horrible escoba usada que el medio) me dijo que tenía que volver a barrer porque lo había hecho mal y me dijo que "el flojo y el mezquino, pasaban 2 veces por el camino", cuando le pregunté que significaba la palabra "mezquino" se dio media vuelta haciendo de cuenta que no dije nada, o que no me había escuchado.
En otra ocasión, me tenía tan azorado que una vez le dije. desde luego, de broma, que me hacía trabajar mucho y que le iba a decir a la autoridad, a lo que me respondió gritando "A MI LA LEY ME HACE LOS MANDADOS".
Así pasó el tiempo y un día llegaron personas del ayuntamiento a solicitarle permisos del negocio que debería de tener y sin embargo no tenía. Entonces mi tío tuvo que cerrar y justo cuando puso el último candado y yo, desde luego, me había quedado sin empleo, me atreví a decirle:
-¿No que la ley le hacía los mandados?.
Tras esto, me eche a correr para que no me alcanzara...
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