La única vez que fui al grupo de autoayuda “Codependientes
Anonimos” paso la siguiente escena:
La primera persona contó su historia de la siguiente
manera:
-Le pedí a él que no se fuera, lo necesitaba en mi vida,
era una persona que alegraba mi vida, pero de un día para otro se consiguió a
otra.
-Disculpa amiga, -interrumpió otros de los asistentes- pero ¿el te dijo la verdad de que ya tenía a otra persona antes de irse?.
-Si.
-Al menos el tuvo el valor de decírtelo de frente, no que a
mí, solo se fue y me dejó un mensaje de whatsapp antes de irse
.
Me apresuré a la salida, cuando la coordinadora del grupo
gritó:
-No te vayas amiga, queremos escuchar tu historia.
Me detuve en seco y le expliqué:
-Me acabo de dar cuenta que este grupo no es para mi. Yo
solo vine porque mi gatita se fue de mi casa…veo que sus problemas de ustedes
son más grandes y…bueno no quise decir eso…quise decir que los hombres las
dejaron porque…bueno mejor me voy.
Salí corriendo del inmueble.
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