(contado como si
fuera chiste, la verdad no lo hice tal cual se indico...)
Estaban en un barco pequeño, un doctor, un abogado, un explorador, un arquitecto, un sacerdote y un escritor.
Entonces el barco pasó por un iceberg y que se le hace un
grieta y se iba a hundir. Solo había una lancha para una persona. Y los pasajeros
empezaron a debatir sobre quien tenía que tomar la lancha:
El abogado dijo:” Yo debo tomar la lancha puesto que yo
puedo hacer acuerdos entre personas, ayudar a regular la conducta externa de la
sociedad”.
El scout dijo: “Yo debo tomar el bote puesto que debo
seguir explorando y guiando a otros scouts.
El doctor dijo: “Yo curo vidas, soy el que debe tomar la
lancha puesto que así puedo curar más gente. Por eso soy el más valioso”.
El sacerdote dijo: “Yo soy el que cura almas, voy hablando
en nombre del señor y ayudo a los demás, por so debo tomar esa lancha”.
Al final el escritor dijo: “No se preocupen por la lancha,
yo tengo el poder de llevarlos a otro lado”.
Los demás voltearon a ver al escritor incrédulos.
El escrito prosiguió: “Es más los voy a salvar a todos,
cierren los ojos para que los lleve a otro lado”. Todos cierran sus ojos menos
el escritor. “Estamos siendo teletransportados, imagínense, estamos en una
playa, comienzan a sentir el calor…el calor de la playa… ¿Lo sienten?...entonces
el mar esta hermoso, ¿Pueden sentirlo?...
-NO- respondieron los demás al mismo tiempo.
-¿No sienten la playa?.
-NO.
-Pues ya se quedaron sin playa y sin lancha- dijo el
escritor quien ya estaba encima de la lancha y huyendo a toda velocidad…
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