-Si, claro-dijo Astrid en el restaurante- aquí tienes a tu estúpida que todo te cree, ¡Ya
sabes!
-Esperate amor, no es lo que tu crees- dijo Joaquín, pero
no soltaba las manos de María, quien permaneció inmóvil.
-No. ¡Me queda claro!. ¡No te quiero volver a ver!- Acto
seguido Astrid le dio una cachetada a Joaquín que hasta le hizo voltear todo su
cuerpo y caer al piso-
Astrid grito “Mi vida es irme a España” sin voltear a ver a
los demás y saliendo corriendo del restaurante.
Entonces cayó el telón y luego lo volvieron a subir
mientras Joaquín, Astrid y María hacían una reverencia al público que los acompañó
en el teatro esa noche.
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