-Mamá por qué no estás aquí?
Dijo Elena por
teléfono, mientras caminaba de un lado a otro de la calle; o eso es lo que la
gente miraba.
Pero ella no
estaba hablando por teléfono. Lo que había pasado es que Elena había hace rato
había comido unas galletas con hierba y en su alucine, imaginó que había un
hombre que le estaba siguiendo hace unas calles.
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