Escuché el audio que tengo para meditar y me encontré dentro de una iglesia. Parta ser más exactos era un cuarto dentro de una iglesia con una luz de colores dado que el sol pegaba en un vitral y así entraba. De momento apareció una persona como muy arecida a mí. No tardé en darme cuenta que más bien era una versión de mí; traía puesto una bata blanca, zapatos y pantalones blancos. También traía unos lentes tipo gogles usados para nadar; supe que él era mi parte intelectual, de hecho, era incluso un poco más alto que yo.
Luego apareció
otro de mi mismo tamaño, solo que este, era más delgado y llevaba una cinta
color rojo en la cabeza, parecida al color de la sangre, una chaqueta de cuero
de color rojo pero delgada, camisa negra que le cubría hasta el cuello y
pantalones negros que era difícil saber si eran mezclilla o formales dado que
no se podía ver el relieve; me recordó mucho al superhéroe que yo mismo inventé
de nombre “Extremo”; y me di cuenta que él representaba mi parte social, aquel
que en estos momentos estaba bien, pero igual hace años había esperado mucho de
ciertas personas en otros momentos de mi vida y había sido decepcionado.
Luego apareció un
niño de alrededor de 5 años que era como yo, supuse que era esa parte mía que
quiere seguir aprendiendo como aquel niño que va conociendo la vida y todo para
él es un descubrimiento.
Por último,
estaba una versión de mi más joven y bajito de estatura, pero tenía los brazos
marcados y claramente era más delgado y aunque no tenía el estómago descubierto,
se notaba que su abdomen estaba bien trabajado, supe que era mi parte física
mostrando su mejor versión cuando estaba en la preparatoria y tenía una dieta
diferente que entre otras cosas, la dieta se trataba de comer 5 huevos crudos
diarios en el desayuno. A veces me preguntó qué hubiera pasado si hubiera
seguido con esa dieta y yendo al gimnasio, pero dejé de hacerlo porque un
familiar me dijo que lo único que estaba logrando era subir mi colesterol
mediante dicho estilo de vida.
Tras un breve
momento para presentarnos y confirmarme que eran distintas partes de mí, les
pregunté que quien era aquel que siempre me recordaba mi pasado y aquellos
momentos que me dolían y dijeron que era otra persona. En eso, le entorno
cambio y me encontraba en una playa era una mañana y un día hermoso y me
mostraron que donde terminaba la arena había una madriguera con una puerta
negra y allí estaba él. Fui a la puerta y la toque, diciéndole que saliera.
porque necesitaba hablar con él. Mientras hacía esto, el intelectual y el
social se sentaron en la arena recargando su espalda el uno con el otro mirando
hacia diferentes lados. También el físico y el niño hicieron lo mismo en
paralelo a ellos.
El que salió de
la madriguera vestía totalmente de negro con pantalones y playera negra y
emitía un aura negra. Ambos caminamos junto con los demás y recargamos nuestras
espaldas cada uno mirando a diferentes direcciones, yo quedé al lado del
oscuro. Le pregunté qué porque me recordaba aquellas cosas que me dolían. Él
dijo de forma natural y relajada que nunca era su intención hacerme sentir mal,
solo quería que yo me cuidara y que no volviera a sufrir más daño. Y que él
estaba para eso y que siempre iba a estar para mí porque era su responsabilidad.
Acto seguido, salí
de la meditación.
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