Creo que todos tenemos a aquel vecino, conocido, amigo que todo les sale bien. Algo así como Flanders en los primeros episodios de los Simpson donde tiene la vida perfecta, el sueldo perfecto, la familia perfecta, etc…
El caso es que hay personajes en las series hechos para hacer que todo les salga bien respecto a otros de la misma serie. Yo sé que desde niños apreciamos esto viendo por ejemplo, que hasta la física se rompe con tal que el coyote no atrape al correcaminos, o que con ayuda de las circunstancias Bugs Bunny sea más listo que el pato Lucas. Sé que hablar de las conveniencias de guion no es algo nuevo.
Pero, ¿Qué pasa
cuando empezamos a odiar al personaje que todo les sale bien en una serie
liveaction enfocada en la vida real?. Los ejemplos de este tipo sobran y el
primero que se m e ocurre es Cory de la serie “Aprendiendo a Vivir” que hasta
su novia se regresó a seguir viviendo en su localidad después de separarse. Por
otro lado, también esta Carrie de Sex on the City” donde, si bien, va aprendiendo
sobre sus errores, solamente la vimos realmente sufrir realmente en la película
cuando no se casa. Otro ejemplo más reciente es Devi de “Yo Nunca” en la
segunda temporada, donde con que tenga una tarde de reflexión y se arrepienta,
las cosas se componen mágicamente aunque haya engañado a sus novios -habiendo
preferido al que tiene mejor status social- y hablado mal de otras personas
entre otras acciones.
Quizás la
cuestión es que este tipo de personajes son muy planos y no presentan en sus
actos aprendizaje alguno. Por el contrario, podemos situar el ejemplo de los
personajes de la serie Malcolm el de en medio. Donde tanto los hijos como los
padres conforme pasa el tiempo maduran y aprenden más cosas de la vida de una
manera divertida, amena y reflexiva. A mí siempre me gusto ver a los personajes
tener problemas pero también solucionarlos.
Se despide su amigo Extremito.
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