En esas tardes de borrachera cuando uno no tiene muy claro lo que está contando, Dailon nos contó que días antes que Irma lo dejara tuvo una extraña señal.
Resulta que por
la noche soñó que Irma y él vivían en una época parecida a inicios del S. XIX
en una ciudad donde había una escuela y que ellos eran profesores a nivel
universidad o algo parecido y que, en una de sus clases, mostraron a unos 10
alumnos un cuerpo humano que ellos habían creado y habían dotado de vida, pero
que no se movía porque algo había salido mal.
En eso, la
criatura enorme que era de color grisáceo, sin ropa pero con ausencia de
genitales se despertaba de golpe, se levantaba y se lanzaba contra Irma y
Dailon. Los alumnos salían corriendo, pero Irma y Dailon lograban escabullirse
saliendo por un pasadizo secreto que activaron moviendo un candelabro…
Luego aparecían
corriendo en una estación de tren cercana a un bosque esperando un tren de esos
que se utilizan para llevar pasajeros, pero veían a lo lejos en el horizonte
árboles siendo tirados en línea recta hacia ellos cada vez más y más rápido lo
que indicaba que el monstruo andaba cerca. Antes que estuviera más cerca, el
tren llegó vacío y al parecer ellos eran los únicos que lo iban a abordar. Se
subieron y se colocaron en esos lugares para pasajeros. En eso, el tren arrancó
y al parecer el monstruo no les había dado alcance.
Pero al poco
tiempo el tren pasó por un túnel y de golpe, el tren se descarriló. Quedando
Irma y él en el piso que, en ese momento, era la parte lateral del vagón del
tren. Supo que solo era cuestión de tiempo para que el monstruo acabara con
ellos. Así que solo cerró sus ojos aceptando el destino.
Y así terminó su
sueño. Dailon considera que fue una señal porque a partir de ahí, Irma empezó a
mostrarse menos cariñosa, no tenía tiempo para él y al poco tiempo terminó con
él para estar con alguien mucho más grande y fuerte que él.
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