Nota: Hoy vamos a hablar de cosas diferentes y esta entrada la iré realizando conforme las ideas llegan a mi cabeza. Si no te gusta leer sobre funerales o cosas así, te recomiendo pasar a la siguiente entrada…
El otro día terminé de ver como por octava vez “Cortar por la línea de puntos” –es curioso, pero aunque es la octava vez que veo esa serie, todavía me hace reflexionar y encuentro detalles que no me había percatado anteriormente-.
Me quedé pensando
sobre esta cuestión que es dejar de existir y lo que implica, además de la
importancia de los funerales para entender que la persona de ha ido; más allá de
cumplir con una tradición.
Para mí es
complicado hacerme una idea de lo que implica que un conocido se haya suicidado
puesto que nadie cercano a mí se ha suicidado. En la preparatoria yo sentía
depresión, pero hubo un evento personal -muy personal- que hizo que cambiara mi
concepción de la vida y agradeciera por tenerla; algo así como ese episodio de
Malcolm donde cae al foso de los tigres junto con Dewey.
Lo que quiero
decir es que hay eventos en la vida que hasta que no te ocurren, sabrás lo que
se siente. Por eso, no es fácil saber qué hacer cuando a un amigo o amiga o
familiar, alguien cercano se ha ido.
Desde luego,
-considero- que siempre decir una palabra de ánimo, ayuda, sobre todo si es
algo como “si hay algo en lo que te pueda ayudar, dime”.
Pero bueno, muy
aparte de lo que he mencionado. Sí está en ti acompañar a la persona que se encuentra
pasando por ese mal momento, hazlo. Uno nunca sabe el efecto que tendrá que hayamos
acompañado a esa persona que esta pasando por una pérdida. Por eso, sí alguien
te invita a que le acompañes a un funeral, te invito a acompañarle a esa
persona.
Se despide su
amigo Extremito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario